jueves, 2 de julio de 2009

PASTOREANDO EL ARTE MANCHEGO (XXX)

Debido a la próxima festividad de Nuestra Señora del Carmen Reina y Patrona de la Mar hoy trataremos sobre esta orden religiosa y parte de su historia.


El Monte Carmelo

El Carmelo (vocablo hebreo que significa jardín), es una montaña (altitud aprox. 600 m.) de Palestina, en el norte del actual estado de Israel y próxima a la costa mediterránea. En el Antiguo Testamento recibe el nombre de "Vergel de Dios".
Su importancia se remonta al siglo VIII a.C. El profeta Elías lanzó desde allí su desafío a los sacerdotes de Baal que habían llevado al pueblo al paganismo. Elías y los baales ofrecieron sacrificios. El holocausto de Elías fue abrazado portentosamente por fuego enviado por Dios mientras el de los baales permanecía intacto, probándose así que hay un solo Dios, el Dios de Israel.

Al Monte Carmelo acudió la Sunamita para pedir al profeta Eliseo que resucitará a su hijo.
Según la tradición, Elías y Eliseo se fueron al Monte Carmelo y con sus discípulos establecieron una tradición contemplativa viviendo como eremitas en oración. Las excavaciones han demostrado que ya desde el siglo III d.C. griegos cristianos se establecieron como eremitas en el área del Carmelo.


Los Carmelitas


A mediados del siglo XII, San Bertolo fundó la ermita de la Orden del Carmelo y varios sacerdotes latinos vivieron en el Carmelo como eremitas. En 1177, el monje Focas relata sobre una pequeña comunidad de diez Hermanos reunidos en torno a un anciano calabrés que había tenido revelaciones del profeta Elías. Los monjes habían construido una capilla, una torre y una cerca para aislarse del mundo.

Hacia el 1205, Avogrado, patriarca de Jerusalén, dio a los eremitas del Carmelo una regla de vida con el ideal del Carmelo: trabajo, meditación de las Sagradas Escrituras, vida contemplativa. Los Carmelitas tenían como ideal vivir en la forma de Elías y de la Virgen Santísima a la que tenían gran veneración bajo el título de la Virgen del Carmen.
Por la invasión de los sarracenos, los Carmelitas se vieron obligados a abandonar el Monte Carmelo. Los que permanecieron fueron masacrados. Una antigua tradición nos dice que antes de partir se les apareció la Virgen mientras cantaban el Salve Regina y ella prometió ser para ellos su Estrella del Mar. Muchos cruzados que regresaban a su patria también conocieron y llevaron con ellos la devoción a la Virgen del Carmelo.

En 1241 el Barón de Grey de Inglaterra regresaba de las Cruzadas en Palestina trayendo consigo un grupo de religiosos del Monte Carmelo a los que les obsequió una mansión en Aylesford. Diez años mas tarde ocurrió allí la aparición de Nuestra Señora a Simón Stock dándole el Escapulario Carmelita que siempre llevan.
Los Carmelitas buscan desde Aylesford, Inglaterra, propagar su espiritualidad por el continente. En el siglo XIII, Inocencio IV concede a los Carmelitas el privilegio de ser incluidos entre las Órdenes mendicantes (junto con los Franciscanos y Dominicos).

Los Carmelitas son una orden mixta que se sitúa entre la Cartuja y los Franciscanos. La orden ha pasado muchas pruebas. Durante el cisma del Occidente el Carmelo quedó dividido en dos obediencias. Fueron reformados por Jean Soreth quien inició las fundaciones en Holanda, Bélgica y Francia.
Pero la gran reforma ocurrió con Santa Teresa de Jesús y San Juan de la Cruz. Comienza en el Carmelo de la Encarnación en Ávila, España y se propaga con el beneplácito de Pío IV en 1562 por todos los carmelos. La nueva regla elimina las concesiones hechas al mundo y retorna a la vida centrada en Dios con toda sencillez y pobreza como la de los primeros eremitas del Monte Carmelo. El fin de Santa Teresa fue darse del todo a Dios en profunda oración.
San Juan de la Cruz sigue a Santa Teresa creando en Duruelo el primer monasterio de carmelitas "descalzos".

La Revolución Francesa acabó con centenares de conventos y mandó a la muerte a muchos religiosos. Han sufrido también a manos de los rojos en España como en todos los lugares donde la fe católica ha sido perseguida. Abonado por los sufrimientos y las persecuciones, el árbol plantado en el Carmelo sigue dando exquisito fruto en nuestros días.
La vida carmelita es consagración a la oración y contemplación, también al estudio. Los hombres tienen apostolado, especializándose en la dirección espiritual.
En la actualidad, las Carmelitas Descalzas son aprox. 14.000 en 835 conventos en el mundo. Los Carmelitas Descalzos son 3.800 en 490 conventos.


Santos Carmelitas

San Elías, profeta y padre espiritual del Carmelo Beata Juana Scopelli, virgen
San Alberto de Jerusalen, obispo y legislador Beata Juana de Tolosa, virgen
San Alberto de Sicilia, presbítero Beato Luis Rabata, presbítero
Beata Ana de San Bartolome, virgen Beata Maria de los Angeles, virgen
San Andrés Corsini, obispo Beata María de la Incarnación, religiosa
Beato Angel Agustin Mazinghi, presbítero Beata María de Jesús Crucificado, virgen
San Angel de Sicilia, presbítero Beata María de Jesús Lopez Rivas, virgen
Beata Arcangela Girlani, virgen Santa María Magdalena de Pazzi, virgen
San Avertano, confesor Beatas Martires de Guadalajara, vírgenes
Beato Bartolome Fanti, presbítero Beato Nuño Alvares de Pereira, religioso
Beato Bautista Mantuano, presbítero San PedroTomás, obispo
San Brocardo, presbítero Beato Rafael de San José Kalinowski, presbítero
Beato Dionisio de la Natividad, mártir Beato Redento de la Cruz, mártir
Beato Elias K. Chavara, presbítero y fundador Beato Romeo de Lucca, religioso
San Eliseo, profeta y padre espiritual del Carmelo San Simon Stock, presbítero
Beato Enrique de Osso, presbítero y fundador Beata Teresa de Los Andes, virgen
Beata Francisca de Amboise, religiosa Beata Teresa Benedicta de la Cruz (Edith Stein), virgen
Beato Francisco Palau, presbítero y fundador Santa Teresa de Jesús, virgen y reformadora
Beato Franco de Siena, religioso Santa Teresa Margarita Redi, virgen
Beata Isabel de la Trinidad, virgen Beata Teresa María de la Cruz, virgen
Beato Jacobino de Canepacis, religioso Santa Teresa del Niño Jesús, virgen
Santa Joaquina Vedruna, religiosa y fundadora Beatas Teresa de San Agustín y Compañeros, mártires y vírgenes
San Juan de la Cruz, presbítero, doctor de la Iglesia Beato Tito Brandsma, presbítero y mártir
Beato Juan Soreth, presbítero

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