viernes, 11 de diciembre de 2009

La Palabra (I)

Hoy viernes comienza la andadura de una nueva sección en el Blog. Con ella quiero llevar y dar concoer un poco más la relación entre la liturgia de la palabra y Semana Santa. Lo primero que quiero recordar, y que no hay que olvidar, es que la Semana Santa, nuestra Semana Grande, surge de la iglesia, de lo que Nuestro Padre quiso establecer aquí en la tierra.

Entrando en la liturgia de la palabra, estamos en el tiempo de Adviento. El Adviento, palabra del latín adventus Redemptoris, 'venida del redentor', es el primer primer periodo del año litúrgico. Atiendiendo al origen de la palabra, es un tiempo de espera, de espera a la llegada de Dios, tiempo de preparación para la llegada del Salvador. Es un periodo que dura 4 semanas, ocupando 4 domingos, los domingos anteriores al nacimiento de Jesús.

Hay que destacar varios símbolos del adviento:

- La corona de Adivento: No tiene forma predefinida, simplemente son 4 velas, que se encienden una cada domingo de adviento. Nos sirven para recordar que la Luz del Mundo está cerca y cada semana que pasa está más cerca de nosotros.

- María: Nuestra Madre, otro símbolo de este tiempo litúrgico. Con Ella y en Ella empezó todo. Gracías al SI de María podemos celebrar (meses más tarde) nuestra Semana Grande.

- Isaias: Profeta por excelencia del Adviento. Las primeras lecturas de los dómingos de adviento son de su libro, que nos avisan y claman la llegada del Señor.


Espero que en este tiempo todos los capillitas nos preparemos para la llegada de Jesús, le acojamos en nuestros brazos y acompañemos a María en su amor:

He aquí la esclava del Señor, hagase en mí según tu palabra

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