Cierto es el dicho que hasta San Antón pascuas son, pero para el tiempo litúrgico actualmente estamos en el Tiempo Ordinario. En estos días en los que no celebramos ninguno de los cinco acontecimientos grandes de la Iglesia (Adviento, Navidad, Cuaresma, Pasión Muerte y Resurreción (Semana Santa) y Pascua de resurrección) el evangelio nos empieza a narrar la vida pública de Jesús, empezando el domingo pasado por su Bautizo en el Jordan por San Juan Bautista.
A partir de este fin de semana empezaremos a hablar de los primeros milagros de Jesús, comenzando con el milagro de las Bodas de Caná.
Podeís pensar que lo que hoy cuento no tiene sentido con la semana que más disfrutamos en el año, pero paremonos a pensar un momento. En nuestras hermandades estamos empezando a preparar igualás y ensayos, empezamos a sentir que se acerca la cuaresma, para prepararnos con mayor firmeza a la Pasión del Señor. En este tiempo Jesús hace lo mimso que nosotros. Se da a conocer, prepara su camino para que le sigamos.
Es pronto, la cuaresma no ha llegado, hay tiempo todavía para prepararnos, pero ahora estamos en el momento idóneo de empezar a disfrutar de Él y de nuestros hermanos.
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