“El público anglosajón se ha quedado asombrado por la calidad de la talla y la policromía, y especialmente por el paño de pureza”, asegura Xavier Bray, comisario de la exposición “Lo sagrado hecho real”.
Las principales alteraciones de la imagen, producto de restauraciones realizadas a lo largo de la historia de la pieza, afectaban a la policromía, lo que repercutía tanto en la materialidad de la obra como en sus valores estéticos. Tal es el caso de la repolicromía del sudario, o paño de pureza aludido por Bray, que alteraba gravemente la belleza original de la talla.
Tras la restauración en el IAPH, entidad científica de la Consejería de Cultura, se puso de manifiesto de forma más evidente la calidad de policromía de la escultura, realizada en 1617 por Juan Martínez Montañés para el convento del Santo Ángel de los Carmelitas Descalzos de Sevilla. La obra, considerada una de las más sobresalientes del maestro jaenés, puede visitarse hasta el 24 de enero en la National Gallery de Londres desde donde viajará, con la misma exposición, a la National Gallery of Art de Washington.
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