viernes, 7 de mayo de 2010

La Palabra (X)

Va avanzando la primavera y se va acercando el verano... al igual que en el tiempo litúrgico. Hemos pasado ya los momentos más importante de la liturgia y nos acercamos al final de la Pascua.

Faltan 3 domingos de celebración. Me voy a centrar en los dos próximos. Este domingo podremos oír como el Evangelio de Juan nos cuenta la última enseñanza de Jesús, una vez resucitado, a los apóstoles:


"Que no tiemble vuestro corazón, ni se acobarde. Me habéis oído decir: "Me voy y vuelvo a vuestro lado". Si me amarais os alegraríais de que vaya al Padre, porque el Padre es más que yo. Os lo he dicho ahora, antes de que suceda, para que cuando suceda, sigáis creyendo."

Jesús se despide de su discípulos, les avisa de que su marcha definitiva con el Padre está cerca. Pero que no teman y se alegren, porque el Padre es mas grande que Él. Pronto podrán ellos compartir el amor del Padre, pero para ello debe amarlo en la Tierra.

Y llegó el día en el que el Jesús se reunió con el Padre. Dentro de dos domingos podremos escuchar como San Lucas nos cuenta este momento.


"Dijo Jesús a sus discípulos: "Así estaba escrito: el Mesías padecerá, resucitará de entre los muertos al tercer día y en su nombre se predicará la conversión y el perdón de los pecados a todos los pueblos, comenzando por Jerusalém". Y vosotros sois testigos de esto. Yo os enviaré lo que mi Padre ha prometido; vosotros quedaos en la ciudad, hasta que os revistáis de la fuerza de lo alto.

Después los saco hacia Betania y levantando las manos, los bendijo. Y mientras los bendecía, se separó de ellos, subiendo hacia el cielo. Ellos se volvieron a Jerusalém con gran alegría y estaban siempre en el templo bendiciendo a Dios."

Llega el momento en el que Jesús deja a los apóstoles y a su Madre y asciendo a los cielos, para reencontrarse con el Padre. Es la última vez que los discípulos verán a Jesús , y Él aprovecha la situación para dar su último mandato: Predicar la conversión y el perdón de los pecados.


Seamos nosotros discípulos de Jesús y prediquemos su mensaje con nuestras obras.

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