Para aquellos que no leáis la revista a la que hacemos alusión hoy, nos gustaría que le echaseis un vistazo a este artículo. Constan en el palabras que demuestran la situación actual que nos encontramos en el país, en la que los creyentes "pertenecemos a sectas", "obligamos a los demás a soportar nuestros eventos", "somos los raritos"....y bueno podría seguir así tanto con los desprecios que nos hacen, como con las acusaciones que vierten sobre nosotros, denominándonos intolerante, interesados, ignorantes...
Resulta que nosotros somos los intolerante, los que "nos metemos directa o indirectamente en sus vidas molestándolos", sin embargo, ante hechos como este (y no es el primero), no hemos tomado represalias ni nada por el estilo, no hemos cometido atentados como es el caso de otras religiones.
Aquí se demuestra quien de verdad entiende de valores, quién tiene educación y quién tiene cosas más importantes que hacer. En definitiva, se demuestra lo pobre de las vidas de estas gentes.
Hemos pasado del derecho de la libertad de opinión por la que tantos han luchado, a utilizarlo para decir sandeces, reírnos de aquello que no pertenece a nuestro ámbito, dañar al prójimo.
Llega a ser desquiciante como algunos ateos sin tener noción de sus palabras, (miren donde aparecen los ignorantes) ladran sobre nuestras creencias, nuestro libro sagrado, nuestros actos.
Y digo ladran porque en muchas ocasiones sus palabras carecen de sentido y hacen sonrojarse a la raza humana y a su posible inteligencia.
Para dar ejemplo, debería valer con la respuesta que solemos dar a actos como estos, pero está visto que no. La percepción que tienen de nosotros parece que no cambia siempre que hagamos cosas bien, pero si hacemos algo pernicioso, ¡tranquilos! , que nuestra reputación estará aún más por lo suelos.
Me daría vergüenza ser el director de esa revista, ya que tienen tan poco fundamento, tan poco que contar, que optan por agarrarse a un hecho totalmente aislado a ellos y que no tiene más reflexión que la que se le dio en su momento. Un hecho totalmente serio, pues aunque para nosotros los daños sean también morales, siempre será un daño material a una escultura y por lo tanto no es motivo ni mucho menos de mofa, porque se destroza el trabajo de una persona que dedicó tiempo a ello.
Basta ya por favor, aunque no se compartan gustos, creencias, ideas, siempre se podrán debatir para intentar llegar a la mejor conclusión. Pero lo que no se puede hacer es mofarse como lo llevan haciendo desde unos años atrás, pues la democracia nos concedió libertad, pero no para dañar a otros, pues destrozamos esa libertad.
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