martes, 8 de febrero de 2011

ANÉCDOTAS DE SEVILLA (IV)

El lagarto de La Catedral
Lagarto de la CatedralEn una de las naves ubicadas en el Patio de Loa Naranjos de la Catedral de Sevilla, se pueden observar colgados del techo tres objetos: un lagarto de tamaño natural, un colmillo y unas riendas de algún animal.
Cuenta la leyenda que por el año 1620, un sultán musulmán envió una embajada al rey Alfonso X  para pedir la mano de su hija. La embajada trajo algunos regalos entre los que se encontraban un colmillo de elefante, un cocodrilo del Nilo vivo, y una jirafa domesticada.
Pero el rey rechazó la petición de mano de su hija por lo que devolvió al sultán la embajada y los regalos excepto el cocodrilo, la jirafa y el colmillo de elefante.



 
Cristo de Las Mieles
Cristo de Las MielesExiste en el cementerio de San Fernando de Sevilla algo que no podemos dejar de admirar: la escultura en bronce de un Cristo crucificado que se encuentra en la glorieta principal de dicho cementerio. Éste cristo es llamado de Las Mieles por un fenómeno muy curioso, que ha quedado como leyenda a través de generaciones, y que podría haber sido argumento para un episodio de Expediente X. Es obra de Antonio Susillo, famoso escultor sevillano del siglo XIX. Nacido en Sevilla de familia humilde, el 17 de Abril de 1857, concretamente en La Alameda de Hércules, desde muy jóven gozó del mecenazgo de la Infanta Luisa Fernanda de Orleans, y la duquesa de Montpensier, que fué su principal valedora. Gracias a ellas, considerado un "niño prodigio", pudo desarrollar su don innato como artista y escultor. Ya a los veinte años aproximadamente, Antonio Susillo comienza a recibir encargos de la alta aristocracia europea, consolidándose como el escultor sevillano más famoso de todos los tiempos. Cuenta la leyenda que cuando el escultor talló este cristo, lo hizo con las piernas al contrario, y que al contemplar la obra terminada y ver el fallo, se sintió tan angustiado y le afectó tanto que se disparó con una pistola, pues además, en ese momento se encontraba en la ruina y esa obra significaba mucho para él.
 
La Piedra Llorosa
La piedra llorosaEn 1857, reinado de Isabel II y gobierno de Narváez, primera guerra carlista, motines y cuartelazos, un grupo de jóvenes, utópicos liberales sevillanos, capitaneados por el coronel retirado Joaquín Serra y dirigidos por Cayetano Morales y por Manuel Caro decidieron alzarse en armas. Organizaron una partida fulastrona, que el 29 de junio se echó al monte camino de Ronda, cometiendo diversas tropelías en El Arahal y otros pueblos. En Benaoján los alcanzaron las tropas de los regimientos de Albuera y de Alcántara. Los utópicos sublevados apenas dispararon un tiro, mientras las tropas les hicieron 25 muertos en las primeras descargas, y prisioneros a todos los supervivientes. El lance costó el cargo al gobernador y al capitán general.
Madrid envió con plenos poderes, civil y militar, a un duro comisionado de Narváez, don Manuel Lassala y Solera, quien sin que le temblara la mano mandó fusilar a los 82 detenidos, presos en el cuartel de San Laureano. El alcalde García de Vinuesa pidió en vano su indulto. Llegada la mañana del 11 de julio, fueron sacados de San Laureano y llevados a la Plaza de Armas del Campo de Marte para ser fusilados.
 
La Virgen del Pilar, Patrona de Sevilla
Virgen del PilarMuchos piensan que la patrona de Sevilla es la Virgen de la Hiniesta, y otros  que es la Virgen de los Reyes. Por los años 40, unos siete años después de la muerte y resurrección de Jesucristo, salió de Roma el Apóstol Santiago, quien ya habia recorrido Palestina, Tiro, Sidón, Grecia e Italia, predicando el Evangelio. Desde Roma se dirigió a España, la más importante y rica región de la Bética, embarcó para Sevilla a donde llegó e inició su evangelización.Reunió un pequeño grupo de prosélitos, a los que bautizó. Nombró por jefe y Obispo a un hombre honesto y misericordioso, a quien por su piedad bautizó con el nombre de Pio.
Este Pio era de profesión escultor, y había nacido en Massia, un puertecillo de pescadores en la orilla del rio, entre los pueblos que hoy llamamos Puebla del Rio y Coria del Rio. Este hombre era buen artista y se ganaba bien la vida haciendo esculturas para el adorno de los suntuosos edificios que se construian en Hispalis o Sevilla y en su vecina Itálica. Seguramente si se estudian las firmas o marcas de las esculturas romanas que hay en los Museos de Itálica y Sevilla. podrá hallarse en alguna de ellas la firma de Pio, escultor y primer Obispo de Sevilla.

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