martes, 3 de mayo de 2011

LA ESPERA NO OFRECIÓ RECOMPENSA



Después de uno de los años más largos de espera, por las fechas en las que caía esta Semana Santa, después  de todo el trabajo realizado para que todo salga tal y como se espera, después de todo un año para disfrutar, para que disfruten...
 Después de todo un año, llegó el Martes Santo  y con él a pesar de las malas previsiones, un destello de Esperanza.

Esa esperanza se materializó e hizo que nuestra Esperanza pudiese salir a la calle acompañada por el Cristo de Medinaceli .
Este hecho se llevo a cabo más con el corazón que con la mente y sin querer mirar adelante, simplemente estancarse en el presente, porque eran muchas las ganas de salir.
Para disgusto de todos y a sabiendas de que podía pasar, pero a la vez sin llegarlo a creerlo, la lluvia hacía acto de presencia.

 Los nervios se apoderaron de todo el mundo...esos nervios que provenían de ver como de un momento a otro toda ilusión se desvanecía ante la lluvia, impotentes ante lo que pasaba, frustrados por todo el trabajo llevado a cabo esperando aquel día.

 El llegar al guardapasos se dieron los momentos más tristes del trágico Martes Santo, porque se afrontaba la realidad, eramos conscientes por primera vez en toda la noche de lo que había pasado.
Solo nos quedaba mirarle a la cara y pedirle que el año que viene nuestra espera, nuestro trabajo y nuestro deseo...pueda llevar a cabo.

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