miércoles, 26 de octubre de 2011

APELLIDOS HISTÓRICOS (DINASTÍA GALLEGO PARTE 2)


¿Cuál es vuestra trayectoria como costaleros?
Manolo: Jesús Despojado, la Bofetá , Gran Poder, La O , Soledad de San Lorenzo, Rosario de San Julián y Sagrado Corazón.
Alberto: Humeros, la Bofetá , Jesús Despojado, Montserrat y misterio Amargura
Miguel: La Bofetá , Gran Poder, palio de los Servitas y algunas de gloria.
¿Qué medidas de prevención de lesiones indicáis a vuestras cuadrillas?
Manolo: Por parte de cualquier capataz las recomendaciones que damos son que se haga la ropa lo mejor posible y que vaya en su sitio, que la trabajadera cargue sobre el punto concreto del cuello donde debe hacerlo, que vaya bien fajado protegiendo la zona lumbar, un calzado en condiciones  y, sí es posible, que se hagan ejercicios físicos de mantenimiento a lo largo del año, siendo también recomendables algunos ejercicios de calentamiento y estiramiento de los músculos antes de meterse bajo el paso. 
Evidentemente en esto de la preparación previa y la prevención ha influido mucho la entrada de la Fisioterapia en este mundo, con el Centro de Atención al Costalero, siendo muchos costaleros los que visitan la web de Montserrat Altemir. Particularmente entiendo que es un tema muy importante e interesante; no es que haya que prepararse para disputar el campeonato mundial de los pesos pesados, pero si es conveniente una mínima preparación.
Alberto: Otra recomendación importante es que habría que procurar no entrar como costaleros antes de los 20 años, porque, aunque nosotros lo hemos hecho (era otra época, en la que no había tanto personal y por regla general se echaba mano de todo) no deja de ser una barbaridad. Hay que esperar a que el cuerpo se forme.
Miguel: Que el cuerpo esté trabajado y que tengan buena complexión física es indispensable, para evitar posibles problemas de salud.
¿Qué preferís, el costalero amigo o el costalero trabajador?
Manolo: El costalero debe ser principalmente un buen trabajador para llevar los pasos. De faldones para abajo los hombres deben de ser los mejores costaleros, los mas trabajadores, los más honrados, los más humildes y los más sacrificados. Hay que tener muy claro que los que llevan los pasos son “costaleros”. Evidentemente si todo está sustentado por una buena amistad entre costaleros, capataces y auxiliares, pues muchísimo mejor. Particularmente hemos tenido la suerte de conseguir grandes amistades a consecuencia del trabajo con los pasos.
Miguel: En la Bofetá hay un número muy elevado de los costaleros que hemos pasado juntos estos 20 años. Que estos hombres te puedan dar más, puede que sí, pero nosotros sólo pedimos a nuestra gente la máxima entrega y la mayor humildad, nosotros no tenemos que mandar, ellos tienen que obedecer por propia iniciativa.
A la hora de exigir trabajar a un costalero, no solo se le exige al más antiguo, sino que igual tiene que rendir el más nuevo, tienen que trabajar todos por igual, los más viejos amigos y los nuevos más desconocidos.
¿Un defecto y una virtud de las actuales cuadrillas?
Miguel: Actualmente estamos en un punto álgido con una muy buena base de los primeros hermanos costaleros, pero esto no ha parado de evolucionar, no sabemos hasta cuando llegará y si habrá crisis de costaleros..., creo que se está empezando a notar.
Quizás se pueda echar en falta un poco de espíritu de sufrimiento, meterse debajo de un paso supone ir incomodo, cargando kilos, evidentemente sudando, ir apretujado, sufrir pisotones, etc. En definitiva supone hacer una verdadera estación de penitencia.
Primordialmente esto se nota en las igualás, a las cuales nos vienen 90 personas buscando un sitio y de ellos,  el 80 % pasa de los 30 o 35 años y tienen cierta experiencia. El resto son gente jovencita, sin experiencia,  que a veces se aburren al no encontrar huecos y ahí es donde puede venir la crisis al no haber sitio para nuevos costaleros. Hoy día hay hombres que capaces  de cargar 4 o 5 pasos durante la semana, pero el día de mañana, los que vengan... ¿serán capaces de ocupar sus puestos?
Alberto: Hay menos humildad que cuando empezamos en los años 80. Antes teníamos 6 o 7 ensayos incluso con pruebas reales y éramos muchos menos. Ahora casi todas las cuadrillas van dobladas, y te encuentras con algunos a los que hasta tres ensayos, que es lo que se viene a hacer hoy en día, les parece muchísimo.
Manolo: Yo creo que esto es algo cíclico. Cuando nosotros empezamos ya se escuchaban las críticas de los costaleros viejos de entonces hacia los nuevos.... que si falta de espíritu de sacrificio, que si solo nos importaba “bacilar” por la calle con la ropa debajo de un brazo y la novia en el otro, que si no había poderío físico para aguantar tantas cofradías..... Con más o menos razón (porque de todo hubo entonces, hombres que se podían meter en ese saco y otros que no) esas eran las críticas que se dedicaban a la generalidad. La sorpresa te la llevas ahora, cuando te das cuenta resulta que tú mismo y casi todos los de tu quinta estáis haciendo una crítica similar...... que si antes teníamos 6 o 7 ensayos en cada cofradía que sacaras y a la gente de ahora hasta tres ensayos les parece excesivo, que si los ensayos antes se alargaban hasta las 3 o incluso 4 de la mañana y ahora a la 1 ya están mirando el reloj, que si antes estábamos deseando que llegasen los ensayos y hoy parece que para algunos es un suplicio, que si en los primeros años encontrarnos con dos relevos en el palo (y que se cumpliesen) era un lujo, que si tuvimos que aguantar en muchas ocasiones el paso en la calle con huecos libres y ahora se quejan hasta con las cuadrillas dobladas; o sea, que cuando te paras a pensar un poco resulta que estas hablando también de falta de espíritu de sacrificio, muchas ganas de lucirse por la calle, etc. Pienso que estamos en el mismo caso de antes, hoy en día habrá algunos que se puedan meter en ese saco y otros que no. Hoy, como siempre ha pasado, hay mejores y peores aficionados.
Entre las virtudes, evidentemente los pasos, por regla general, se están paseando muy bien y con muchísima dignidad.
Miguel: Actualmente entran en las cuadrillas chavales de 22 años que, aunque sean buenos costaleros, tienen que demostrarlo con el tiempo. Hay que demostrar las cosas con tiempo y ahora con un solo año, algunos creen que ya lo saben todo y están totalmente equivocados. Siempre se aprenden cosas nuevas con el paso de los años, incluso nosotros mismos vamos en continuo aprendizaje. Quizás se deba alardear menos y tener más humildad.

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