Después de otra igualá de ajuste antes de empezar el ensayo, el que será el paso del Santo Sepulcro salió a la calle racheando y con la trabajadera sobre el costal. Como veníamos diciendo, algunos de los costaleros eran nuevos en el mundo del costal y por tanto, eran pocas o nulas sus nociones sobre esta forma de trabajar, es por ello que sabíamos que nos tocaba un gran esfuerzo por parte de todos, para poder realizar el Viernes Santo una buena estación de penitencia.
El comienzo fue torpe y nervioso, pero con paciencia y tiempo todo es posible, por ello según pasaba el tiempo todo comenzaba a engrasar poco a poco e incluso había momentos en los que parecía que todos los que estábamos debajo, éramos profesionales del costal.
El ensayo fue breve y sirvió como toma de contacto para percibir sensaciones, analizar fallos y determinar qué es lo que más hay que trabajar para los próximos ensayos.
Quedan 3 ensayos y mucho trabajo por delante, pero con ganas y el deseo de hacerlo bien, todo es posible.
Os dejamos las fotos para que podáis observar lo que dio de sí el ensayo..
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