¿Porqué la diferente forma de participar o simplemente de vivir la Semana Santa?
Es algo curioso lo que ocurre, como además de con la intensidad con que se vive este acontecimiento (como pasa con todas las cosas), todos los cofrades o aficionados a la Semana Santa, la vivimos de diferente forma, porque cada una nos reporta aquello con lo que nos sentimos agusto.
Creo que en este caso, nos sentimos agusto, con aquello con lo que nos sentimos realizado, identificados quizás con una persona, un momento... de la pasión de Cristo
Como ya sabéis, nos podemos encontrar con aquellos que soportan sobre sus cuerpos, como si la cruz en la que iba a ser crucificado nuestro señor, fuera sobre nosotros, intentando revivir el momento que vivió aquel a quién seguimos, y quizás por querer encontrar la respuesta en nuestro interior, en nuestras motivaciones, en nuestros sentimientos... a porqué lo hizo.
Luego tenemos a otros, que prefieren ver el camino que siguió Cristo hasta su crucifixión, acompañándole como quizás hicieron los apóstoles, o como la misma madre, sufría viendo el fin de su hijo. Pienso, que estas personas, se sienten realizadas al poder hacer símil, los sentimientos que pasan por ellas, al revivir las sensaciones de camino a la muerte de Jesús. De aquellos amigos, de aquella madre, que se veían impotentes ante la tortura y el final inexorable, que le conducía a la muerte, esa angustia...
Están también todos aquellos, que sin tomar parte, de este periodo, de tortura, que llevaría a la muerte, que día a día, trabajan para que todo salga bien. Y como de comparaciones que estamos hablando, son todos aquellos que día a día acompañaron a Jesús, esos apóstoles, que aprendieron del maestro un día, y que más tarde serían ellos los maestros, intentando que todo salga bien, cumpliendo la palabra de Cristo.
O por último, aquellos, que intentan simular, el serio paso con el que los romanos, conducían a Jesús, con esa violencia, que le exhortaba a seguir su camino, a pesar de sus obstáculos, y que hoy nos quieren hacer el sufrimiento más amenos con sus sones, queriendo callar aquellas voces que pedían la crucificación.
En conclusión, y perdonad si ha sido algo paranoico lo de hoy, creo que cada uno nos sentimos identificados, a nuestra forma, con aquellas figuras que estuvieron presente en aquel tiempo, y que como seres humanos que eran, sentían, padecían, reflexionaban...y eran estas sensaciones las que las hacían actuar, como hoy en día nos pasa a todos los cofrades.
Sensaciones que no podemos explicar pero que nos llevan a actuar, y sensaciones que muchos no entenderán y nos denominarán necios, pero quizás seremos privilegiados, por tener la experiencia moral de esos momentos, que realizan al ser humano, y lo hacen mejor persona, aunque solo sea durante unas horas.
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