viernes, 21 de enero de 2011

El Costal

Ya han comenzado varios pasos a igualar y a ensayar, por ello me gustaría compartir mi impresión y mi pensar acerca de algo tan simple como un costal y una morcilla.


Cuando el capataz manda a su cuadrilla "Irse haciendo la ropa" es el momento en el que tú, junto con una de las personas de tu confianza os ponéis manos a la obra. Gracias a Dios, el arte de hacerse la ropa es tarea de dos. Es ahí donde empieza a formarse una cuadrilla, es ahí donde depositas tu confianza en alguno de tus hermanos costaleros para que te tire tu costal y te prepare para un ensayo o estación de penitencia.

Confianza. Tú confías en esa persona y siempre la buscas a ella para que sea la que te prepare para tu penitencia.

Pero, personalmente, ¡cuánto significa el costal! Es el nexo de unión. El peso de su cruz, el peso de su penitencia, el peso del dolor de su madre recae sobre el costalero a cada levantá, a cada chicotá... y cae sobre tu costal. Es en él donde se unen tus pecados con sus penas, tu penitencia con sus dolores, tus promesas con su amor.


No mires el costal como un trozo de tela sobre el que le caen los kilos a los costaleros, o más personalmente, que no sea la tela donde te van a caer los kilos. Mira tu costal como una parte de ti que quiere acercarte a compartir el sufrimiento de Jesús y su Madre.

No hay comentarios: