Se acerca el momento que los niños más esperan, se acerca la noche en la que los nervios les pueden, pero que a pesar de ello tratan de dormir pronto para que el día llegue lo antes posible y ver que le han traído los Reyes Magos.
La verdad es que el día de los Reyes Magos no se ha convertido sino en una escusa para dar y recibir regalos, que muchas veces quedan inservibles en cualquier hueco de la casa. Digo también que es una escusa, porque al igual que analizábamos la hipocresía de aquellos que celebraban el día del nacimiento de Jesús sin creer en él, vuelven a celebrar una fiesta que está fuera de sus creencia e incluso sobre la que vierten todo tipo de comentarios denigrantes.
Bueno al margen de esto, es de señalar que lo más importante es que sembremos la ilusión en los más pequeños, para que a la vez compartamos algo de esa ilusión que muchos con el tiempo pierden.
Por último, además de regalarles lo que ellos pidan, lo más importante es regalarle las bases de la educación y el respeto, pues ellos serán los que regalen en un futuro y los que deban labrar una sociedad que no se desmorone por la avaricia, egoísmo e hipocresía que inunda a más de uno.

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