Domingo soleado, domingo de sentimientos...Domingo de Pasión y nunca mejor dicho.
Un día lleno de sentimientos, de recoger todo lo trabajado durante los ensayo, de soltar la adrenalina y el deseo de procesionar desde enero.
Aquí os mostramos el resto de las fotos, de las cuales tenemos que agradecer la colaboración una vez más de Jesús Olmedo, a la par que también debemos darle indudablemente la enhorabuena por su buen hacer.
Esperamos que disfrutéis de la exposición fotográfica mientras narramos el desarrollo de este domingo tan soleado y lleno de arte.
Pasaje de la Merced...con estas cuatro palabras ya sabemos que en Semana Santa denota arte, denota disfrute tanto para los de fuera como para los de dentro.
El que está bajo la trabajadera siente y quiere que el paso no ande, quiere disfrutar de esos metros, quiere no salir de ese callejón...el que esta fuera no quiere salir de la bulla ni de la nube de incienso, se niega casi a andar, quiere ver de cerca aquel a quien ha salido a ver.
Una vez más el Señor de la Ciudad no defraudó y nos hizo disfrutar anunciando y siendo más que aperitivo, primer plato, de la Semana Santa que nos espera.
Paradójico llega a ser el momento de dejar al Señor en su casa, pues nos inunda una gran cantidad de sentimientos totalmente opuestos. Por un lado estamos felices porque hemos podido realizar satisfactoriamente nuestra estación de penitencia, alegres y autorrealizados de haber hecho un gran trabajo, de saber que todo lo ha trabado durante el año ha tenido sus frutos.
Por otro lado, nos inunda la tristeza por el mismo motivo...tanto trabajo, tanta espera, tantas ganas ¡ansia! para que llegue el día...y sin embargo vemos como las horas,se desvanecen sin que nos enteremos, caen como simple gotas de agua, como arena en los pequeños relojes cayendo con ella nuestra ilusión.
Pero todo hay que decirlo ¡fantástica entrada! Nada como un oscuro y acogedor recibimiento como el que tuvo San Pedro, poco a poco, peseta a peseta, con cuidado...el Señor de la Ciudad volvió a casa.
Diréis y os preguntaréis que porqué tanto desorden cronológico en cuanto acontecimientos en la procesión.
Muy fácil, el Nazareno no ha abandonado Ciudad Real, ¡quiere mostrarse un año más de nuevo! y por ello lo veremos de nuevo en la Madrugá.
Por eso dejo la salida para lo último, porque será lo primero con lo que empecemos cuando hablemos de esa noche tan mágica, porque es el momento que más esperamos y del que menos nos enteramos una vez que llega. Un estado de shock, un destello...eso es lo que el cofrade siente ante una salida procesional...y eso es lo que todos sentimos ayer, cuando al son de Virgen de los Reyes, dándole al viento el regalo de una melodía tan excelsa como "A la gloria", vimos salir a Jesús Nazareno por la puerta de San Pedro.












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