Es el día en el que recuerdos agradables y buenos momentos se relacionan con otros recuerdos algo más agridulces, pero todos vividos en una gran familia y, sobre todo, junto a nuestra Madre.
Es el momento de ver caras conocidas y acoger caras nuevas, de darle las GRACIAS a Ella por habernos dado el privilegio de formar parte de este Hermandad, de presentarle nuestras oraciones y peticiones, es el momento de postrarnos ante Ella y decirle: Madre, quiero seguir tu ejemplo. He aquí el/la esclavo/a del Señor, hágase en mi según su Palabra.
Hay algo más bonito que la esperanza? No lo se, pero tampoco quiero saberlo. En el llanto de un niño, en la mirada de un anciano, en la sonrisa de un desfavorecido hay esperanza.
Cada uno de nosotros tendremos un motivo diferente, una vida distinta, problemas de distinta envergadura, pero hoy nada de eso tiene cabida. Ven, tu Madre te espera. Y te espera con los brazos abiertos, con lágrimas en los ojos de llanto por tus penas y de alegría por volverte a ver. Ven, tu Madre de espera. Y te espera para dar luz a tus desilusiones y para dar brillo a tus esperanzas. Ven, tu Madre te espera.
Feliz Día de la Esperanza.
1 comentario:
Felicidades a esta Hermandad y sobre todo por ser una gran familia!!!
Y a ti Alberto enhorabuena por estas entradas llenas de catequesis que en la actualidad nos hace falta mas habitualmente!!!
Feliz dia!
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