La salida de la estación de penitencia se retrasó media hora para observar un poco mejor el desarrollo de la meteorología y aproximadamente sobre las 20:00, la hermandad estaba en la calle con sus dos pasos a costal por primera vez. Antes de todo esto, en el guardapasos hubo unos actos de agradecimiento a todos aquellos que este año han realizado el gran esfuerzo por las novedades que presentaba la hermandad.
Al poco tiempo del sonido del racheo en la call, parecía que la mala suerte se postraba de nuevo ante la hermandad, con la probabilidad de dejar en comienzo amargo el desarrollo de esta historia, pero el chispeo que aconteció nos visitó por breve tiempo para abandonarnos después.
El resto de la estación de penitencia fue agradable, con expectativas mayores de las que se esperaban y quizá lo único que manchó algo la forma en que el Santo Sepulcro debería procesionar, es el ruido exterior que rompía el silencio apropiado para la ocasión.
Por tanto, resultado satisfactorio y desde LCA felicitamos a todos aquellos que han hecho ese gran esfuerzo para que todo lo de ayer saliera bien.
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