Incluso, el Viernes de Dolores, se dirigió uno al hermano mayor con copia al Palacio Arzobispal en el que, literalmente, se le amenazaba de muerte si proseguía con los planes de hacer la estación de penitencia.
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La Policía Nacional investigó los correos y muchos de ellos fueron localizados mientras el hermano mayor de la Macarena, Juan Ruiz, convocaba a su junta de gobierno y presidencia de pasos para explicarles la amenaza. “Yo no soy quien para poner en juego la vida de nadie”, asegura Juan Ruiz. El hermano mayor de la Macarena informaba de las amenazas a quienes, aquella jornada, iban a estar más cerca de la Virgen.“Yo voy a salir y no me voy a moverme de la manigueta del paso de palio”, aseguró el hermano mayor y la respuesta de la junta fue la de salir a la calle. Comenta Ruz Cárdenas que aquella madrugá fue “antipática” y que sospechaba de cada ramo de flores que ponían los fieles y devotos a los pies de la Virgen. Aquel año la Macarena fue especialmente seguida de cerca por efectivos de la Policía y de la Guardia Civil. Igualmente, había miembros de seguridad por toda la cofradía con sus chalecos y distintivos en el bolsillo por si era necesario actuar.
Era el año 2007 en el que tanto se habló de la Ley de la Memoria Histórica. El Congreso de los Diputados la aprobó, definitivamente, el 28 de octubre de ese año. Un mes después de aquella aprobación, en la fachada de la Basílica apareció la pintada que decía “Queipo de Llano, asesino”. La Macarena centraba los ojos de los más críticos – y al tiempo – desconocedores de la una realidad. La Virgen goza, en su patrimonio, de un fajín del General Queipo de Llano.
Muchos piensan que lo sigue luciendo cuando, en realidad, su avanzado estado de deterioro, impide su uso. En otro orden de cosas, a la corporación no perdonaban que el mismo General permaneciera enterrado en la propia Basílica. La Hermandad está cansada de repetir que Queipo está enterrado allí por ser “macareno” y no por motivos políticos. Últimamente, para demostrarlo, ha procedido a borrar las alusiones militares y al 36 que fueron grabadas sobre el mármol que cubre su tumba. Era el año 2007 en el que tanto se habló de la Ley de la Memoria Histórica. El Congreso de los Diputados la aprobó, definitivamente, el 28 de octubre de ese año. Un mes después de aquella aprobación, en la fachada de la Basílica apareció la pintada que decía “Queipo de Llano, asesino”. La Macarena centraba los ojos de los más críticos – y al tiempo – desconocedores de la una realidad. La Virgen goza, en su patrimonio, de un fajín del General Queipo de Llano.
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