A las ocho de la tarde se inició esta procesión que se prolongó hasta las diez y media de la noche con la entrada del paso, de nuevo, a su templo. Concluyó este culto externo con la Salve ante el paso de esta imagen de Gloria.
El cortejo procesional estuvo formado por Cruz Alzada, un tramo de hermanos con cirios de color blanco, representaciones de las corporaciones de "Pasión y Muerte", Virgen del Prado y San Antonio de Padua de la localidad onubense de Higuera de la Sierra y Rocío del Divino Salvador. Posteriormente se situaba el estandarte de la Virgen del Prado del Divino Salvador, presidencia, cuerpo de acólitos, paso y banda. En la presidencia estaba además de los representantes de las hermandades antes mencionadas, los hermanos mayores de las cofradías de la Virgen de la Antigua y del Cristo del Rosario de Higuera de la Sierra.
El acompañamiento musical corrió a cargo de la Agrupación Musical "Santa Cecilia", que demostró su buen hacer tras el paso de la Virgen con un repertorio muy variado. Es una formación a tener en cuenta por su nivel. José Manuel Palomo Rodríguez, que se estrenaba en el cargo, fue el capataz que comandó el paso que presidía este imagen mariana.
El paso iba exornado con flores de color blanco a base de gladiolos, claveles y astromelias.
Novedades y estrenos.
Las andas donde iba la Virgen fueron cedidas por la hermandad filial de la Virgen de la Cabeza que radica en San Juan de la Palma y distintos enseres por la Archicofradía de Pasión, como los antiguos candelabros de guardabrisas del antiguo paso de palio de la Virgen de la Merced.
La Virgen estrenó un manto color burdeos realizado por el bordador Pedro Pablo Gutiérrez. Lucía además una toca de sobremanto cedida por la hermandad del Pilar de San Pedro.
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