LA MAGIA ESPERANZADORA...

Bueno pues como ya anunciamos ayer, estos días iban a tratar sobre la Esperanza debido a que estamos en fechas de su Triduo. Hoy podéis asistir a la misa ofrecida por el Rvdo. D. Enrique Galan Ruedas, parroco de la Iglesia de Santiago.

Dejando ya a un lado los eventos de los que ya hablamos ayer, me gustaría exteriorizar algunas de las sensaciones, que aunque se han producido en el corto tiempo que llevo la hermandad, han sido muy diferentes a los vividos en años anteriores en otras hermandades.

Como ya he destacado en otras ocasiones, esta hermandad es una gran familia que además se va fortaleciendo poco a poco debido a la relación que existe entre ellos, pero tampoco hablaré hoy de eso.

En verdad me quiero situar en la devoción que hay por la Esperanza, qué es lo que tiene que a pesar de que muchos no puedan acompañarla en procesión, siguen acompañándola desde el bordillo o desde la labor necesaria para que esta salga a la calle, porqué siendo una hermandad tan humilde se le coge tanto cariño a todos sus componentes y a su titular.

Lo de humilde implica que en ocasiones hay que realizar grandes esfuerzos porque se carece de medios para poder conseguir algunos objetivos.

En definitiva, poco a poco, todos los que van llegando se van quedando y a la vez, van desarrollando un gran sentimiento de arraigo por aquello que acompañan, por aquella que le dio la vida a nuestro Señor, por nuestra Esperanza. Con nuestra no quiero ni mucho menos despreciar a todos los demás, no quiero cerrar el círculo, simplemente digo nuestra por el mismo motivo que estoy describiendo, porque es muy grande el sentimiento que nos crea.

Es algo increíble como no nos decepciona en Martes Santo, cuando el cielo está totalmente gris, con grandes lluvias, pero que cuando llega la hora, todo pasa y hace que todos sonriamos por poder llevar a cabo eso que hemos estado esperando durante un año.

Por lo que ya para terminar os espero haber transmitido el sentimiento que muchos experimentamos dentro de la hermandad, aunque nunca se podrá vislumbrar como se hace desde dentro.

No sé que tendrá pero somos muchos los que nos sentimos atraídos y los que nos quedamos.