Madre miranos con amor, acojenos en tus brazos y no nos dejes caminar nunca solos. Un año más te presentamos nuestros deseos y nuestras peticiones. Y yo, personalmente, quiero pedirte que cuides a esta gran hermandad que te siente dentro. A cada uno de los que integramos esta hermandad y sabemos lo que es tenerte a nuestro lado cada día.
Una hermandad que no tiene Hermano Mayor, tiene un padre; una hermandad que no tiene hermanos de fila, tiene hermanos de sentimiento; una hermandad que no tiene un cuerpo de captaces, tiene los mejores hermanos que se pueden tener; una hermandad que no tiene una cuadrilla, tiene una gran familia; y una hermandad que no tiene una imagen titular, tiene una Reina, una Madre que cuida a todos los los que estamos unidos a ella.
Por todo esto, Gracias Madre. Tu mirada, tus manos, tus lagrimas... todo en ti es bello y desborda esperanza. A Tí Madre nos acojemos un año más.
Espero que estén de acuerdo conmigo: Hermano de la Esperanza ayer, hoy y siempre. Viva la Virgen de la Esperanza!
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