Y el que le entregaba les había dado señal, diciendo:
- Al que yo besare, ése es; prendedle.
Y Jesús le dijo:
-Judas, ¿Con un beso entregas al hijo del hombre?
Entonces se acercaron y echaron mano a Jesús, y le prendieron.
Pero uno de los que estaban con Jesús, extendiendo la mano, sacó su espada, e hiriendo a un siervo del sumo sacerdote, le quitó la oreja.Entonces Jesús le dijo:
-Vuelve tu espada a su lugar; porque todos los que tome
n espada, a espada perecerán.
-¿Acaso piensas que no puedo ahora orar a mi Padre, y que él no me daría más de doce legiones de ángeles?
¿Pero cómo entonces se cumplirían las Escrituras, de que es necesario que así se haga? En aquella hora dijo Jesús a la gente:
-¿Como contra un ladrón habéis salido con espadas y con palos para prenderme? Cada día me sentaba con vosotros enseñando en el templo y no me prendisteis. Más todo esto sucede, para que se cumplan las Escrituras de los profetas. Entonces todos los discípulos, dejándole, huyeron.
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