PASIÓN SEVILLA
Numerosas procesiones eucarísticas ensalzaron la festividad litúrgica del Corpus, en la que el calor fue asfixiante. Ayer fue el turno para Corpus como el de Triana, la Magdalena, San Isidoro o el extraordinario que convocó las Siete Palabras con motivo del V Centenario de las Hermandades Sacramentales
La festividad litúrgica del Corpus Christi tuvo, como es tradición en Sevilla, su apéndice procesional en distintos barrios de la ciudad.
Procesiones con Jesús Sacramentado que recorrieron las calles de las feligresías a pesar del calor africano reinante en la ciudad y que se hizo presente de forma ostensible desde primeras horas de la mañana, haciendo más estragos cuando dichas procesiones entraban en sus respectivos templos.
Aún así, los sevillanos quisieron, un año más, estar presentes de manera fehaciente en estos cortejos, bien formando parte de ellos —adultos, jóvenes y niños—, bien presenciando el paso del Cuerpo de Cristo.
Es por ello que cada una de estas procesiones tuvo el respaldo de los feligreses que, una vez más, supieron refrendar la importancia de esta festividad, arraigada de forma indeleble en la tierra de María Santísima.
La primera de las procesiones en recorrer las calles de la ciudad fue la que organiza la Hermandad de Las Siete Palabras. Este Corpus se celebraba de manera extraordinaria con motivo del V Centenario de la fundación de las hermandades Sacramentales.
Tres pasos conformaban el cortejo, sobresaliendo, cómo no, la Custodia, propiedad de la Hermandad y que procesionó sobre el paso de Nuestro Padre Jesús de la Divina Misericordia.
Itinerario clásico donde los haya por las calles del centro hispalense. A esa hora, la de la salida, todavía los fieles podían tener un respiro en cuanto a las temperaturas. Junto a la Custodia, las imágenes del Niño Jesús y la Inmaculada Concepción.
La Magdalena
Un cuarto de hora más tarde daba comienzo una de las procesiones eucarísticas más tradicionales en este día: la de la Sacramental de la Magdalena, que también cuenta con tres pasos, el del Dulce Nombre de Jesús, la Inmaculada Concepción y la Custodia.
Mientras que el paso de la Inmaculada y de la Custodia lo prepara la hermandad Sacramental de la Parroquia, el del Dulce Nombre del Niño Jesús corresponde a la hermandad de la Quinta Angustia, que ayer lucía una bellísima túnica con motivos florales.
Muchas son las hermandades de la collación que participan en este cortejo que siempre sorprende por su sobriedad y su forma de discurrir por las calles aledañas a la parroquia de Santa María Magdalena.
Y otra de las procesiones eucarísticas clásicas donde las haya es la de Triana, el Corpus Chico, como se denomina popularmente a este magno cortejo que lleva un total de cuatro pasos y que hace que el arrabal se eche a la calle para festejar el paso de Jesús Sacramentado.
Procesión, por otra parte, que permanece inalterable en cuanto a su recorrido desde 1630 y que hace que a lo largo de todo el itinerario se instalen altares que jalonan el paso de la Custodia.
Llamó la atención el que ha montado este año la Hermandad de La Estrella, presidido por uno de los bocetos del monumento al Papa Juan Pablo II de Juan Manuel Miñarro. También es de destacar, dentro de lo que es la procesión, la Custodia de plata de Andrés Ossorio, de 1712.
Y de nuevo al centro de la ciudad. Allí, la Hermandad de San Isidoro volvía a recrear por las calles cercanas a su sede canónica todo un paradigma de procesión eucarística, donde además de la Custodia y el Niño Jesús, procesiona en su paso de tumbilla la fernandina imagen de Nuestra Señora de las Nieves. A este cortejo el calor le cogió de lleno, si bien fueron muchas las personas que acompañaron al cortejo.
No sólo estas cuatro procesiones eucarísticas recorrieron las calles de la ciudad. Hubo otros barrios donde Jesús Sacramentado también estuvo presente en la mañana grande de esta festividad litúrgica. Así, por ejemplo, desde la parroquia del Mayor Dolor; desde San José Obrero; en San Bartolomé; desde la parroquia de la Concepción Inmaculada —extraordinaria la Custodia que en su día realizó la Hermandad de La Sed—, y desde la parroquia deSanta María de las Flores en el barrio del Tiro de Línea, con la Hermandad de Santa Genoveva. En ninguna de estas procesiones faltaron fieles. Y es que Sevilla, por encima de modas, sigue arrodillándose ante Jesús Sacramentado.
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