EL PRIMER COSTALERO

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Habría que esperar al siglo pasado, concretamente a 1973, para ver en la calle a la primera cuadrilla “no asalariada” y perteneciente a la cofradía. Se trataba de los Hermanos Costaleros del Cristo de la Buena Muerte de la Hermandad de los Estudiantes de Sevilla.

Como documento curioso e ilustrativo del tema que nos ocupa, existen ocho tiras dibujadas a la aguada y coloreadas por Nicolás de León Gordillo en las que se puede apreciar el cortejo de la procesión del Corpus Christi sevillano en el año 1747. En ellos, la custodia es portada por veinticuatro costaleros o trabajadores del puerto.

 La custodia fue realizada en 1579 por Juan de Arfe con diseño del canónigo Francisco Pacheco. Tiene más de tres metros de altura y pesa más de trescientos kilos. Ha llegado intacta hasta nuestros días salvo pequeñas modificaciones. El cortejo de la procesión del Corpus Cristi en Sevilla ha variado a lo largo de los siglos. Es después de la Guerra Civil cuando toma el aspecto actual, reuniendo todos los elementos representativos de la ciudad. De hecho, la implicación y participación de las hermandades penitenciales ha variado enormemente la composición e imagen de la procesión.

 Hoy por hoy, la joya de Arce no va portada por costaleros sino que desfila a ruedas en un armón de artillería, al contrario que el cortejo de pasos que la precede que si va a costal por diferentes cuadrillas. De esta manera, las Santa Justa y Rufina, copatronas de Sevilla, por ser santas de la zona que hoy ocupa Triana, son portadas por turnos por alguna hermandad trianera.

San Isidoro, por la cofradía del viernes santo que lo venera como cotitular. San Leandro es portado por costaleros de la Hermandad de la Macarena, San Fernando por la Hermandad del Beso de Judas, la Inmaculada Concepción por costaleros del Silencio, el Niño Jesús por la Hermandad del Sagrario y la Santa Espina por la Hermandad del Valle.