viernes, 1 de febrero de 2013

MOTIVOS DE UN VÍA CRUCIS LLENO DE FE

La celebración del próximo Vía Crucis extraordinario que se desarrollará en la ciudad el próximo día 17 de febrero emana del propio Arzobispado de Sevilla.

 Fue el pasado 9 de octubre cuando el arzobispo de Sevilla, Monseñor Asenjo Pelegrina, anunció una serie de actos conmemorativos con motivo de la celebración del Año de la Fe, entre los que se encontraba la realización de esta piadoso culto con la participación de catorce misterios de cofradías hispalenses. Además, también anunció la salida extraordinaria de la Virgen de los Reyes, patrona de la Archidiócesis, el próximo día 27 de abril y la celebración los días 17 y 18 de noviembre de una Feria del Misterio de la Fe en la Plaza de San Francisco.

 El lugar de celebración de este magno acontecimiento, el entorno de la Catedral, también fue anunciado por el propio arzobispo, aunque toda la gestión del mismo, incluida la elección de los misterios entre las hermandades sevillanas, recaía en el Consejo General de Hermandades y Cofradías de Sevilla, lo que propició una serie de problemas internos. En un primer lugar se disponía que los misterios de este Vía Crucis extraordinario fueran trasladados en andas por las diferentes hermandades y no en pasos procesionales. Una vez en el lugar de ubicación se alzarían una serie de altares de carácter provisional en las distintas estaciones. Este aspecto fue desechado debido al coste que supondría su ejecución y también por la oposición de la mayoría de las cofradías participantes.

 El acompañamiento musical de los distintos cortejo también ha sido un tema de discusión, tras algunas peticiones, más o menos oficiales, de varias cofradías para llevar bandas de música. Finalmente estas ideas se desecharon y serán capillas musical y musical vocal las que acompañen en sus respectivos traslados desde sus sedes hasta el lugar de celebración y las vueltas.


 De todas formas habrá misterios que irán totalmente en silencio. Un aspecto importante de la preparación del Vía Crucis ha sido la seguridad del mismo, lo que ha llevado a problemas para el establecimiento de horarios e itinerarios que han sido modificados hasta en cuatro ocasiones. La subdelagación del gobierno propició la última permuta de los mismos al realizar una serie de objeciones a los documentos bases establecidos.

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