Han pasado ya muchos años desde que recorría los suelos de su casa con la silla en la cabeza al son de cornetas y tambores, pero para el nada ha cambiado, simplemente ha sustituido la trabajadera por la silla y los suelos de su casa por el asfalto.
Cuando alguien como él empieza ya así, inevitablemente sabemos que esa persona aportará mucho al mundo de la Semana Santa. Son 23 años los que cumple, pero sabemos que aún le queda un largo recorrido tanto a sus pies debajo de un paso, como en sus aportaciones a este mundo. Desde LCA simplemente te agradecemos el trabajo que realizas tanto aquí como fuera y evidentemente, que lo sigas haciendo y por supuesto, que lo sigamos viendo.
Uno más que cumple años en una familia que cada vez se hace más vieja pero más difícil de separar.
Desde LCA,
¡FELICIDADES SAMUEL!
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