Los pies ya estaban un poco encallados, pero daba igual el tiempo es oro y hay que aprovecharlo.
Y bien llegamos, entramos y que queréis que os diga pero me impresionó bastante.
Aquí lo observamos mejor, como refleja los últimos segundos de la agonía, es algo impresionante que te pone los bellos de punta.
Un pequeño sitio muy acogedor, y que nos exponía una bonita estampa como podéis ver a continuación.
Y una vez terminada esta visita, que nos la encontramos por el camino, fuimos al último lugar que queríamos visitar antes de ver el concierto de bandas en homenaje a Santa Cecilia.
Para mí la visita más esperada de todo el fin de semana, la que con más ansia quería ver...
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