jueves, 4 de noviembre de 2010

ÁNECDOTAS

El protagonista de la anécdota es un pintor frances, residente en París, que vino a nuestra Semana Santa y digamos sintió un flechazo a primera vista, sencillamente se quedó absolutamente impresionado y desde el momento que terminó, a través de amigos sevillanos se preocupó de entrar en una hermandad de "las de negro", enviar sus medidas para que le confeccionaran una túnica y capirote; que le sacaran la papeleta de sitio, en suma tenerlo todo preparado, para poder vivir mas intensamente estos días semanasanteros y participar en una estación de penitencia.

Aquel año, como un niño con zapatos nuevo, estreno su túnica, salio de nazareno con cirio con toda la ilusión del mundo, de aquella enlutada hermandad, disfrutando de aquella nueva experiencia. Al terminar aquella Semana Mayor hizo su maleta y en una bolsa metió toda su indumentaria nazarena, capirote, antifaz, túnica esparto, etc.

Al llegar a su casa parisina, recordó que la túnica y el antifaz estaba llena de goterones de cera y que sus amigos sevillanos le había aconsejado que antes de guardarla la limpiara debidamente. Si pensarlo dos veces, ordenó a la señora de la limpieza que cuidaba su apartamento que llevara la bolsa que contenía toda la ropa cofradiera a la tintorería.

Paso el tiempo y a la semana lo llamaron del establecimiento informándole que podría pasar a recogerla, pero que tenia que hacerlo en un día y hora concretos pues el propietario quería informarle de algo. El hombre cuando colgó el teléfono se quedó algo preocupado pensado que su querida túnica pudiera haber sufrido algún desperfecto.

Cuando llegó a la tintorería le estaban esperando dos inspectores de la policía francesa. Procedieron con las prendas en la mano , a interrogarle que era aquella capucha negra, el correaje con cuerdas, los salpicones de cera, si pertenecía alguna secta, o habían celebrado algún rito satánico.

Nuestro protagonista no sabia si estaba mas perplejo que nervioso y se vio impotente de explicarle a a aquellos policías en breves palabras que era aquello de la Semana Santa sevillana.

Les mostró a los agentes su total colaboración y les invitó a que le acompañara a su casa que estaba próxima para explicarle el origen de este "misterioso y siniestro ropaje". Como una imagen vale mas que mil palabras, les puso un vídeo cofradiero que procedió a ilustrarlo con comentarios de nuestra ciudad, nuestra cultura, nuestras tradiciones, notando como poco a poco, los policías dejaban de sospechar y comenzaban a mostrar interes por lo que "era aquello" que estaba viendo en la televisión.

Uno de ellos, que tenia ciertos conocimiento de arte, al ver que todo era muy barroco, le preguntó si aquellas imagenes a pesar de ser en color eran antiguas, si todo esto en la actualidad se había modificado de alguna manera, sorprendiéndose aun mas de que aquello fuera de absoluta actualidad y todo estuviera intacto.

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