Un ensayo largo, con peso y con bastantes faltas que lo hizo el más duro hasta el momento. El cansancio y el peso hicieron que a partir de cierto punto, no se pudiese trabajar bien sobre el andar, sino simplemente centrarse en el cargar. A pesar de la negatividad que muchos puedan sacar de ello y al margen de que la pueda tener, es positivo, pues nos previene de la ignorancia sobre cuáles pueden ser los malos momentos en la procesión.
El próximo ensayo y último, se llevará a cabo el sábado 31 a las 19:30 en el guardapasos de la calle Quevedo.
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