En 2011 Sevilla vivió, si cabe, la Semana Santa más triste. Habría que remontarse hasta años de la II República para volver a encontrar un hecho así. Y es que, la lluvia sólo permitió realizar estaciones de penitencia a 27 de las 60 cofradías sevillanas -concretamente, sucedía que uno de los días más relevantes de la Semana Santa de Sevilla, la Madrugá, se quedaba sin pasos por las calles-. Un año antes, en 2010, las inclemencias meteorológicas dejarían una imagen espectacular de la Hermandad de Santa Genoveva bajo un torrencial aguacero. Triana y Montserrat, en el 2004, eran las únicas que se libraban de la lluvia durante la Madrugá y Viernes Santo. Y, como ejemplo paradigmático, la valentía de la Estrella ante los chaparrones: en los años 1971 y 1979, entre algunos otros, era la única hermandad en hacer estación de penitencia el Domingo de Ramos hasta la Catedral – lo mismo ocurría en la Semana Santa de 1932, pero esta vez por motivos ideológicos–. Menos airoso salió el Santo Entierro Magno programado para el año 1948, cuando la lluvia evitó que quince cofradías marcharan unidas por las calles de Sevilla.
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