Las crónicas de sucesos son quizás de las informaciones más llamativas. La primera se produce en 1932, cuando un terrible incendio destruía por completo la imagen de la Virgen de la Hiniesta. El Cachorro fue, igualmente víctima de las llamas en el año 1973, cuando la Virgen del Patrocinio ardía por completo. También espectacular el atropello, en 1943, del paso de palio de La O por un tranvía. Un incendio en el Cachorro calcinaba la Virgen del Patrocinio en 1973.
Distinto fue lo ocurrido en la Soledad de San Buenaventura en el 1972, que ponía de relieve la solidaridad existente entre unas hermandades y otras. Y es que, los costaleros de dicha cofradía no se presentaron en un acto de rebeldía, a lo que acudió en ayuda Montserrat, que cedió los costaleros del paso del Cristo de la Conversión. En el año 2001, una nazarena del Cerro, embarazada de seis meses, tuvo que ser trasladada al hospital.
Pero si hay que recordar una fecha, esa es la Madrugá del año 2000, cuando un desalmado atemorizó a los asistentes con una navaja, causando además graves desperfectos en varias cofradías. Otra instantánea la protagonizaba la rotura de la cruz del Cristo de la Carretería, en el 1991, por causas desconocidas. En 1989, Los Javieres suspendía su estación de penitencia por un importante robo en su templo tan sólo un día antes de procesionar. Otro robo sufrió en 1983 la Virgen de la Salud de San Gonzalo, aunque con más antelación, cuestión que propició su salida con la ayuda de otras hermandades: la candelería fue cedida por una hermandad de Mairena y las flores fueron regaladas por el resto de cofradías del Lunes Santo. Por último, un accidente en el traslado de la imagen del Cristo de la Buena Muerte en el año 1983 –en el que se le desprendió la cabeza– hizo que ese año la cofradía hiciera estación de penitencia sin dicha imagen.
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