¡Y llegó el momento! ¡Nuestro Señor ha nacido! Aquel que nos salvará de nuestros pecados se ha hecho carne, se ha hecho hombre. Es el momento de seguir el ejemplo de su vida, de como superó todas las malas pasiones que las personas nos encontramos en la vida diaria y que entorpecen nuestras buenas relaciones.
Sabemos que muchas veces, no podemos llegar a ser "tan perfectos" como el lo fue, ya que nuestro instinto de supervivencia dentro de esta sociedad, nos lleva a escoger algunas decisiones que responden a pasiones egoístas, para así no "ser menos" dentro de nuestros círculos.
Pero siempre debemos aspirar a tocar la perfección, y en este caso nuestra meta de perfección es aquel que ya ha nacido.
Como veis, el nacimiento tiene solo un significado que lo podemos expresar de distintas formas, pero siempre lleva el mismo mensaje.
Digo esto, porque las fotos que hoy os mostramos, son del belén de nuestra pequeña parroquia de barrio, San Juan Bautista, donde ayer el cura en la tradicional Misa del Gallo, nos transmitió el mismo mensaje al igual que harían todos los que presidieran sus respectivas misas.
No hay distintas interpretaciones, no hay distintas perspectivas, no hay lugar a confusiones. El mensaje esta claro, solo queda materializarlo.
¡FELIZ NAVIDAD!
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